“Cometa del siglo: Expectativas ante el paso del C/2023 A3 en 2024”
El astrónomo canadiense David H. Levy ha designado al Cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) como el “cometa del siglo”, descubierto el año pasado. Este cometa se caracteriza por tener una cola cometaria excepcionalmente prominente, resultado de la intensa evaporación de su núcleo de polvo y hielo a medida que se aproxima al Sol.
El año 2024 promete ser testigo de uno de los eventos astronómicos más destacados de los últimos tiempos: el paso del Cometa A3, también conocido como Tsuchinshan-ATLAS.
Avistado por primera vez en Sudáfrica el 22 de febrero de 2023 bajo la designación inicial A10SVYR, este cometa tiene un núcleo estimado entre 6 y 15 kilómetros de diámetro y se espera que sea visible a simple vista en el Hemisferio Norte, algo que no sucede con frecuencia desde el legendario Hale-Bopp en 1997.
¿Cuándo se podrá observar el “cometa del siglo” en México?
De acuerdo con los expertos de Star Walk, el Cometa A3 será particularmente visible para el hemisferio norte, donde se espera que sea observable a simple vista a mediados de octubre de 2024, coincidiendo con su máxima aproximación al Sol el 27 de septiembre del mismo año.
Uno de los aspectos más emocionantes del Cometa A3 es su potencial brillante durante su acercamiento a nuestro planeta. Se anticipa que su magnitud podría alcanzar valores entre 0 y 1, incluso iluminando el cielo nocturno hasta una magnitud de -4.0 debido al efecto de dispersión frontal.
¿Cómo observar el cometa A-3?
Para ubicar el C/2023 A3 en el cielo, se recomienda utilizar la aplicación Sky Tonight. Basta con buscar “A10SVYR” para obtener su ubicación actual y seguir la flecha blanca en la pantalla. Actualmente, el cometa es visible con telescopios pequeños y cámaras DSLR, con la expectativa de que su brillo se intensifique conforme se acerque al Sol en septiembre.
El paso del Cometa C/2023 A3 ofrece una oportunidad única para contemplar la inmensidad del universo y nuestra conexión con los cuerpos celestes. Este fenómeno no solo cautiva a los astrónomos y aficionados, sino que también nos conecta con la historia cósmica de nuestro sistema solar, recordándonos la fugacidad y grandiosidad de los eventos astronómicos.
