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La historia de Daisy Ferrer Arenas: entre la moda, el amor y un destino trágico

Daisy Ferrer Arenas llegó a México con sueños de libertad y una carrera como modelo. Fue asesinada brutalmente en 2012 en Guadalajara. Su caso, vinculado al crimen organizado, sigue impune. Hoy, su historia resurge al vincularse con una preocupante tendencia: la violencia contra influencers y mujeres públicas en el país.

Un viaje de sueños que terminó en tragedia

Daisy Ferrer Arenas tenía 27 años, era modelo, venezolana y migrante. Como muchas mujeres de América Latina, había salido de su país en busca de nuevas oportunidades. Se instaló en Guadalajara, Jalisco, donde poco a poco construyó una carrera como modelo de fotografía. En redes sociales mostraba una vida de viajes, sesiones de moda y amistades, pero también de silencios.

El 16 de diciembre de 2012, Daisy desapareció. Su cuerpo fue hallado días después en un canal de aguas negras, con múltiples impactos de bala en la cabeza. El hallazgo fue brutal, y lo que siguió también: la investigación apuntó desde el principio a su pareja sentimental.

Una relación peligrosa: el vínculo con “El Dany”

La Fiscalía de Jalisco identificó al principal sospechoso como Daniel N., alias “El Dany”, presunto miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según los testimonios, la relación era violenta, controladora y marcada por amenazas.

De acuerdo con las investigaciones, “El Dany” ordenó el asesinato tras una discusión con Daisy. Tres sicarios fueron contratados para ejecutarla. Tras una serie de operativos, los autores materiales fueron detenidos y vinculados a proceso. Sin embargo, el autor intelectual, su pareja, fue absuelto en 2020 por falta de pruebas, tras años de inconsistencias, irregularidades forenses y contradicciones judiciales.

Un feminicidio ignorado por los medios y la justicia

A diferencia de otros casos recientes, el asesinato de Daisy Ferrer pasó casi desapercibido por la opinión pública. Apenas hubo cobertura mediática y no se alzaron voces en redes. Su historia quedó archivada, como tantas otras, en el expediente del feminicidio impune.

Lo más doloroso para quienes la conocieron es que no solo fue asesinada, sino también olvidada. La falta de presión mediática, el contexto criminal y su condición de migrante extranjera parecen haber influido en el silencio que rodeó su muerte.

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De Daisy a Valeria: una tendencia alarmante de violencia contra influencers

La historia de Daisy Ferrer Arenas no es un hecho aislado. Más de una década después, el feminicidio de Valeria Márquez —una influencer mexicana de 23 años— estremeció al país luego de ser asesinada en plena transmisión en vivo en Zapopan, Jalisco. La escena, viralizada en redes, mostró cómo incluso la visibilidad y popularidad no ofrecen protección.

El caso de Daisy fue distinto, pero resuena con la misma intensidad: ambas eran mujeres jóvenes, visibles, con aspiraciones públicas, y víctimas de relaciones sentimentales atravesadas por la violencia.

Y no son las únicas. A esta lista se suman casos como el de Yessenia Mollinedo, directora del portal El Veraz, y su camarógrafa Sheila Johana García, asesinadas en Veracruz en 2022. También el caso de la influencer veracruzana Michelle Pérez Tadeo, mejor conocida como “Michelle Simón”, encontrada sin vida en 2022.

La violencia contra mujeres visibles en redes sociales y medios digitales se ha convertido en una amenaza latente. Muchas enfrentan acoso, amenazas y, en casos extremos, ataques físicos. El peligro se multiplica si sus relaciones personales están ligadas a entornos criminales, machistas o abusivos.

Daisy Ferrer, símbolo de una realidad que aún duele

Hoy, el nombre de Daisy Ferrer Arenas emerge desde el silencio como símbolo de una realidad más amplia: la violencia estructural que enfrentan las mujeres, especialmente aquellas que viven entre la visibilidad pública y la vulnerabilidad privada.

Su caso merece ser recordado, no solo como una tragedia, sino como un recordatorio de que la fama no es blindaje y que la justicia, en México, sigue teniendo deudas con las víctimas y sus familias.

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