John Naka, el museo donde el bonsái se encuentra con la cultura mexicana
En Atlixco, Puebla, un recinto único reúne más de 400 árboles miniatura y promueve el arte del bonsái con un toque nacional.

En el municipio de Atlixco, Puebla, se ubica el Museo de Bonsái John Naka, un espacio que busca preservar y difundir la tradición japonesa del cultivo de bonsáis, adaptándola a la riqueza natural de México. Fundado por el agrónomo Emigdio Trujillo en 2010, el museo recibe su nombre en honor al maestro John Yoshio Naka, pionero en la difusión de este arte en América.
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Con más de 400 bonsáis en su colección y 100 especies distintas, el museo ofrece una experiencia visual y educativa. En sus cinco mil metros cuadrados, los visitantes pueden admirar ejemplares de hasta 100 años de edad, elaborados a partir de especies como bugambilia, guamúchil, ahuehuete y olivo, muchas de ellas originarias del país.
Cada árbol cuenta con su propia ficha técnica que detalla su historia, especie y cuidados, permitiendo que los asistentes comprendan el nivel de paciencia, dedicación y arte que se requiere para mantener un bonsái saludable y estéticamente armónico.
El museo también ofrece talleres y demostraciones prácticas en donde se explican técnicas fundamentales del cultivo, como el alambrado, la poda, el pinzado y el trasplante. Estos procesos no solo embellecen la planta, sino que fortalecen la filosofía detrás del bonsái: equilibrio, disciplina y conexión con la naturaleza.
Además, el lugar funge como sede de la Escuela Mexicana de Arte Bonsái, donde se imparten cursos y se fomenta el aprendizaje de este arte milenario en México. Con horario de atención de lunes a domingo de 9:00 a 17:00 horas, y una cuota de recuperación de $20 pesos, este museo se posiciona como una joya cultural en Atlixco para quienes buscan belleza, calma y conocimiento.