En una mágica velada inolvidable, la mexicana Fátima Bosch Fernández es la Miss Universo 2025, la cuarta vez que una representante de México acapara el título, al lucir majestuosa y segura de sí misma en las diferentes etapas del certamen celebrado en Bangkok, en Tailandia, en la edición 74 “The Power of Love”.
Ciento veintidós representantes de todo el mundo compitieron cara a cara, en pruebas en las que no solo destacará su belleza, también su inteligencia, carisma y habilidades.
El nerviosismo creció en el escenario y entre el público cuando comenzaron a anunciar a las cinco finalistas. Aunque los nombres se dieron sin ningún orden en particular, cada mención hacía que el ambiente se cargara un poco más.
Para el tercer nombre, la tensión ya se había acumulado por completo. Afortunadamente, Fátima logró entrar en ese momento decisivo, reaccionando con una emoción tan genuina que no pudo contenerse, dejando ver el alivio y la alegría que llevaba guardados.
Los nervios en México y gran parte del mundo estaban a flor de piel y es que la final de Miss Universo 2025 estaba por llegar a su fin, pues el certamen de belleza ya tenía al top 5 de las concursantes que pueden suceder a Victoria Kjær.
A las cinco finalistas, Fátima Bosch, México; Ahtisa Manalo, Filipinas; Olivia Yacé, Costa de Marfil; Stephany Abasali, Venezuela y Praveenar Singh, Tailandia, se les realizaron dos rondas de preguntas: una individual, distinta para cada concursante, y otra general enfocada en cómo usarían la plataforma para generar un cambio, abordando temas de mujeres, vulnerabilidad social y medio ambiente.
La pregunta que todas tuvieron que responder por igual fue: “Si ganas el título de Miss Universo esta noche, ¿cómo usarías esta plataforma para empoderar a las mujeres jóvenes?”.
Tomadas de las manos las dos únicas Misses, México y Tailandia, y ahí dieron el anuncio de que Fátima Bosch es la nueva Miss Universo 2025, con la aprobación de la mayoría del público.
COMENZÓ EL CAMINO
Tras haber sido seleccionada como una de las 30 finalistas, la emoción y tensión creció aún más. Bosch se mostró segura y feliz de sí misma al recorrer el escenario con un traje de baño de una sola pieza.
Ya había sido la pasarela en vestido de noche, donde la originaria de Tabasco lució un vestido en color rojo, cuello alto y una capa que mostró elegancia y estilo, los miembros del jurado eligieron a las cinco mejores y claro, ella fue de las citadas, aunque la nombraron en el cuarto lugar.
Fátima caminó por la pasarela con absoluta confianza y deslumbró con un imponente vestido rojo y dorado, que brillaba bajo las luces como una pieza digna de realeza, realzando cada paso con poder, estilo y una presencia imposible de ignorar.
Previamente, la representante de México lució un traje de baño de una sola pieza en color blanco, con corte lateral en el abdomen para agregarle un toque elegante. Además, agregó detalles dorados en los tirantes para darle movilidad a su presencia.
Después del desfile en traje de baño, las concursantes avanzaron a la siguiente ronda con solo 12 finalistas. La competencia se intensificó, y Fátima sorprendió al ser seleccionada, destacando entre las favoritas por su confianza y presencia.





