Alerta global por tormenta solar severa: posible caos tecnológico… y auroras en sitios inesperados
Una eyección de masa coronal llegará a la Tierra entre el 1 y 2 de junio. El fenómeno podría generar auroras en zonas templadas, pero también afectar comunicaciones, satélites y redes eléctricas.
El Sol lanza una advertencia: tormenta solar severa se aproxima
Científicos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) han emitido una alerta por tormenta solar severa, catalogada como G4, tras una poderosa eyección de masa coronal (CME) detectada el viernes por la noche. Esta nube de plasma se dirige directamente a la Tierra y se espera que impacte entre el 1 y 2 de junio, encendiendo las alarmas en todo el mundo.
Aunque este tipo de fenómenos ocurren con cierta frecuencia, lo que hace única a esta tormenta es su intensidad y dirección directa hacia nuestro planeta. Las consecuencias podrían sentirse en sistemas eléctricos, comunicaciones satelitales, y navegación GPS.
Qué es una tormenta solar y cómo puede afectarnos
Las tormentas solares, también llamadas tormentas geomagnéticas, se producen cuando una CME golpea el campo magnético terrestre. Este contacto puede distorsionar la magnetosfera, provocando fenómenos visuales como auroras, pero también afectando sistemas tecnológicos clave.
Entre los riesgos más inmediatos se encuentran:
- Apagones en redes eléctricas
- Interrupciones en GPS y telecomunicaciones
- Posibles fallos en sistemas bancarios o de aviación
- Daños en satélites por sobrecarga de partículas
Nivel de alerta G4: alto riesgo para tecnología moderna
La NOAA clasifica estas tormentas de G1 (menor) a G5 (extrema). Esta, de nivel G4, implica riesgos serios para:
- Infraestructuras eléctricas
- Satélites y comunicaciones globales
- Posicionamiento satelital y sistemas de navegación
Además, las auroras boreales podrían ser visibles en zonas donde nunca antes se habían visto, como Nueva York, Alemania, Francia o incluso el norte de España.
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¿Podría repetirse un evento como el de Carrington?
El evento Carrington de 1859 es el antecedente más alarmante: provocó incendios en oficinas telegráficas y fallos generalizados. Si algo similar ocurriera hoy, el impacto sería mucho más grave: apagones masivos, caídas de redes, interrupciones de servicios esenciales e incluso pérdidas millonarias en todo el mundo.
Los expertos estiman que una tormenta extrema podría generar daños por billones de dólares y dejar sin electricidad a millones por semanas o meses.
¿Se puede prevenir el impacto?
Aunque no se puede detener al Sol, sí se pueden tomar medidas de mitigación:
- Satélites en modo seguro
- Rutas de vuelos ajustadas
- Apagado preventivo de sistemas eléctricos
Sin embargo, muchas infraestructuras no están preparadas para una tormenta de esta magnitud. Mientras tanto, quienes vivan en zonas templadas del hemisferio norte podrían presenciar un fenómeno inusual y hermoso: auroras en ciudades lejanas de los polos.
