
¿De qué se trata? Según análisis técnicos, podría tratarse de un satélite de la constelación Starlink, de SpaceX, capturado accidentalmente por un satélite de observación mientras orbitaba la Tierra.
El origen de la imagen
Las plataformas de mapas como Google Maps utilizan fotografías tomadas por satélites de alta resolución, algunos de los cuales operan a cientos de kilómetros de altura. Estos dispositivos suelen capturar imágenes en diferentes espectros de color (rojo, verde y azul) que luego son combinadas para generar una fotografía en color. Sin embargo, cuando un objeto en movimiento —como un satélite— pasa frente al lente durante este proceso, puede generar distorsiones o artefactos visuales inusuales.
¿Por qué aparece así?
Según expertos en observación satelital, la extraña figura podría corresponder a un satélite Starlink, los cuales orbitan a menor altura que los satélites de imagen. Dado que estos dispositivos se desplazan a gran velocidad, es posible que el sistema de captura no logre registrarlos de manera nítida, especialmente si el satélite fotográfico toma imágenes en diferentes bandas espectrales con fracciones de segundo de diferencia.
Aunque no es común ver este tipo de “accidentes” en mapas digitales, algunos especialistas señalan que la resolución de los satélites modernos permite captar detalles sorprendentes, incluso objetos en órbita baja. En este caso, la posición, la hora de la captura y otros datos técnicos ayudarían a identificar qué satélite pudo haber sido el “fotografiado”.

¿Un error o una rareza científica?
Más allá de la curiosidad, el fenómeno ilustra los desafíos de la fotografía satelital. Capturar imágenes en color requiere procesos complejos, y en ocasiones, elementos en movimiento como aviones, satélites o incluso meteoritos pueden dejar rastros inesperados. Empresas como Maxar, líder en imágenes de alta resolución, priorizan el blanco y negro para mayor claridad, reservando el color para casos específicos.
Mientras algunos usuarios especulan sobre explicaciones más extravagantes, la hipótesis más sólida sigue siendo la coincidencia orbital. Sea como fuere, el hallazgo demuestra que incluso en la era de la tecnología avanzada, el espacio sigue regalándonos imágenes intrigantes.