Este lunes pasado, Luis Miguel ofreció un concierto en Toluca, Estado de México, en el que se interpusieron algunos percances de audio, motivo que desató el enojo del “Sol”, quien no se quedó conforme y mostró su molestia a los encargados de la reproducción de sonido en más de una ocasión a lo largo de todo el show.
El “Luis Miguel Tour 2024” está a punto de culminar y, antes de que Luismi llegue nuevamente a la Ciudad de México, sigue por su gira alrededor de la República y el lunes tocó el turno de visitar Toluca.
El cantante se presentó en el estadio Chivo Córdoba, en el cual se congregaron alrededor de 32 mil espectadores que, ansiosos, esperaban escuchar los mayores clásicos del “Sol”.
Los problemas con el sonido fueron evidentes desde un principio, pues tan sólo después de que interpreta “Será que no me amas”, cuando “Micky” comenzó a cantar “Amor, amor, amor”, se encargó de que su ingeniero de audio se percata de lo que estaba ocurriendo.
Fue en la estrofa de la canción que reza “Sentir que tus besos se anidaron en mí, igual que palomas mensajeras de luz”, cuando el cantante manifestó su frustración con algunas señas y golpeando su micrófono con la palma y especificando la nota debía estar más alta.
Su búsqueda por que el encargado de audio atendiera a su petición fue notoria porque la modulación de su voz, mientras no paraba de cantar, denotaba cierta frustración. Otros momentos, captados por los fans que acudieron el recital, donde Luismi demostró que los inconvenientes proseguían fue con los temas “Suave” y “No sé tú”.
Fue en esta última canción, compuesta por Armando Manzanero, que durante la parte instrumental, el cantante no resistió más y se quejó verbalmente, sin embargo, por la poca nitidez del video, no se percibe claramente qué es lo que dice.
Con todo y los percances, al final del recital, el “Sol” lució mucho más relajado y hasta se le vio sonriendo y riendo con sus músicos. Por otro lado, las y los asistentes al show se quejaron a través de redes, debido que a pesar de que compraron boletos para estar hasta el frente, que oscilaban en precios de entre siete a 8 mil pesos, era casi imposible ver al cantante, sobre todo, para las personas que se encontraban en las primeras filas laterales.
Ante esta situación, sus fans comenzaron a gritar repetidamente la frase “fraude, fraude”, lamentando el dinero que invirtieron por un lugar en donde ver a Luis Miguel, desde sus asientos, era casi imposible.