Enchiladas suizas rojas: El sabor de México en tu cocina
Las enchiladas suizas rojas son uno de los platillos más emblemáticos de la cocina mexicana, y con esta receta podrás recrear su auténtico sabor en la comodidad de tu hogar. Un viaje culinario que te llevará directo a México, lleno de sabores intensos y texturas irresistibles. ¡Impresiona a tus seres queridos con esta receta fácil y deliciosa!
Ingredientes:
- 12 tortillas de maíz
- 1 pechuga de pollo cocida y desmenuzada
- 1 cebolla, finamente picada
- 2 tazas de queso suizo rallado
- 1 taza de crema ácida
- Aceite vegetal
- Sal y pimienta al gusto
Para la salsa:
- 4 tomates medianos, asados
- 2 chiles rojos secos, desvenados y remojados
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de caldo de pollo
- 1 cucharadita de comino
- Sal al gusto
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Preparación:
1. Preparar la salsa roja:
Asa los tomates en un sartén caliente hasta que la piel se queme ligeramente. Luego, licúa los tomates asados, los chiles remojados, el ajo, el caldo de pollo, el comino y la sal hasta obtener una salsa suave. Cuela la salsa y resérvala.
2. Relleno de pollo:
En una sartén, saltea la cebolla hasta que esté transparente. Agrega el pollo desmenuzado y cocina hasta que se mezcle bien con la cebolla. Condimenta con sal y pimienta al gusto.
3. Armar las enchiladas:
Calienta ligeramente las tortillas de maíz en un sartén. Coloca una porción del relleno de pollo en el centro de cada tortilla y enrolla. Acomoda las enchiladas en una fuente para horno.
4. Cobertura y horneado:
Vierte la salsa roja sobre las enchiladas, asegurándote de cubrirlas bien. Espolvorea el queso suizo rallado sobre la salsa. Hornea a 180°C (350°F) durante 15-20 minutos, o hasta que el queso se derrita y las enchiladas estén bien calientes.
5. Servir y disfrutar:
Retira las enchiladas del horno y agrega cucharadas de crema ácida sobre cada porción. Acompáñalas con arroz, frijoles o la guarnición de tu preferencia.
¡Listo! Disfruta de unas deliciosas enchiladas suizas rojas, llenas de sabor y tradición mexicana. Con cada bocado, sentirás el contraste entre la suavidad del pollo, la intensidad de la salsa roja y la cremosidad del queso gratinado. Un platillo perfecto para cualquier ocasión especial, ¡y lo mejor es que puedes hacerlo tú mismo en casa!
