¡Sorpresa! El ADN de Colón revela un pasado sorprendente
Un nuevo estudio de ADN ha puesto en jaque las creencias sobre el origen de Cristóbal Colón, el famoso explorador del siglo XV. Durante siglos, la opinión predominante ha sido que Colón era genovés, nacido en lo que hoy es Italia. Sin embargo, una reciente investigación llevada a cabo por científicos españoles sugiere que en realidad podría haber sido un judío sefardí nacido en el arco mediterráneo o en las Islas Baleares, que en ese entonces pertenecían a la Corona de Aragón. Este hallazgo, divulgado en un documental de la televisión española, ha reavivado el debate sobre las raíces de este controvertido personaje.
Desde hace siglos, varios países europeos han reclamado a Colón como propio, no solo por la gloria de sus hazañas, sino también por el valor simbólico que representa su figura histórica. Mientras que la teoría de su origen genovés ha sido la más aceptada, muchas otras propuestas han surgido, incluyendo que fuera portugués, vasco, griego e incluso británico. No obstante, este nuevo análisis de ADN parece inclinar la balanza hacia una procedencia judía española, lo que agrega una nueva dimensión a su biografía.
Los investigadores han trabajado durante más de dos décadas en el análisis de restos atribuidos a Colón, conservados en la Catedral de Sevilla. Según el experto forense José Antonio Lorente, los resultados son concluyentes en cuanto a la compatibilidad genética entre Colón y su hijo Hernando, cuyos cromosomas Y y ADN mitocondrial presentan características asociadas con el origen sefardí. Además, las muestras genéticas confirmaron que los restos sepultados en Sevilla pertenecen, de hecho, a Colón, despejando dudas sobre su lugar de entierro.
Este descubrimiento no solo desafía la narrativa establecida sobre el origen de Colón, sino que también nos invita a reconsiderar el contexto cultural e histórico en el que vivió. El hecho de que pudiera haber sido de origen judío sefardí, en una época marcada por la expulsión de judíos de España en 1492, añade una capa de complejidad a su historia y a la comprensión de su identidad.