En una sorprendente vuelta de tuerca, Diego Santoy Riveroll, conocido por su atroz crimen del 2 de marzo de 2006, ha recibido su título de abogado. A pesar de cumplir una condena de 71 años por el brutal asesinato. Santoy se graduó en Derecho y Ciencias Sociales en el penal de Cadereyta, gracias a un programa en línea ofrecido por la Universidad Ciudadana de Nuevo León.
¿Qué sucedió la madrugada del 2 de marzo 2006?
El 2 de marzo del año 2006 sucedió uno de los hechos más recordados por los mexicanos, que sacudió a todo el país: un joven de 21 años llamado Diego Santoy Riveroll, ingresó por la madrugada con un pasamontañas y cinta canela en los tenis a la casa de su ex novia Erika Peña Coss, en la colonia Cumbres, en Monterrey, donde asesinó a puñaladas y ahorcó con el cordón de una persiana a los hermanos de su ex pareja Erick y María Fernanda, dos niños de 7 y 3 años respectivamente, y dio por muerta a Erika, quien contaba con 19 años de edad, tras golpearla con un martillo y casi degollarla.
Al salir de la casa, Diego secuestró a Catalina Bautista, la trabajadora doméstica de la familia, a quien se llevó en la cajuela de su automóvil y la liberó en la colonia Vista Hermosa.
Casi cinco días después, el asesino fue capturado en el estado de Oaxaca y trasladado a Monterrey junto con su hermano, también sentenciado por posesión de cocaína. Ambos intentaban huir a Guatemala.
Diego Santoy Riveroll se gradúa como abogado
El evento de graduación, celebrado en el Cereso Cadereyta, contó con la presencia de autoridades estatales y miembros de la Secretaria de Educación; así como Luis Donaldo Colosio, senador, quien actuó como padrino de esta primera generación de licenciados en Derecho formada en el penal.
El programa de educación en línea, implementado por el Gobierno de Nuevo León, busca ofrecer a los internos una segunda oportunidad para su reintegración social, mejorando su calidad de vida y fomentando su desarrollo personal.
Aunque Santoy nunca ha negado su participación en los horrendos crímenes que conmocionaron a México, alegando en su momento que los actos fueron instigados por Erika Peña Coss, su culpabilidad fue ratificada en múltiples ocasiones.
Ahora, tras 18 años tras las rejas, ha tomado un giro inesperado al recibir una formación académica que le permitirá alcanzar el título de abogado mientras continúa su condena hasta el año 2077.
