¿Por qué Maduro adelantó la Navidad al 1 de octubre en Venezuela?
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha sorprendido nuevamente al mundo al anunciar el adelanto de la Navidad en su país para el 1 de octubre. Este anuncio lo realizó durante una rueda de prensa, donde agradeció al pueblo venezolano por su reelección y decretó el inicio de las festividades decembrinas con dos meses de antelación. La noticia ha generado gran expectativa, en un contexto donde el mandatario enfrenta una crisis política marcada por el rechazo de su reelección y la orden de arresto contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia, acusado de terrorismo.
Esta no es la primera vez que Maduro toma una decisión similar. Desde que asumió la presidencia en 2013, ha adelantado la Navidad en varias ocasiones, utilizando estas acciones como una estrategia para desviar la atención de las crisis internas. Un caso notable ocurrió en 2020, cuando adelantó la celebración al 15 de octubre, en medio de las dificultades provocadas por la pandemia de COVID-19. Ahora, en 2024, Maduro repite la táctica poco después de unas elecciones presidenciales que han desatado denuncias de fraude y una ola de manifestaciones en todo el país.
El adelanto de la Navidad puede interpretarse como un intento de Maduro por suavizar las tensiones y distraer al pueblo venezolano de las problemáticas que enfrenta su gobierno. La festividad, cargada de simbolismo y tradición, podría servir para crear una atmósfera más amena y desviar la atención de la situación política y social. Sin embargo, para muchos críticos, esta medida no es más que una maniobra populista que busca desviar la atención de la crisis en Venezuela.
Mientras tanto, el conflicto entre Venezuela y Estados Unidos continúa escalando. Rusia ha salido en defensa de Maduro tras la confiscación de su avión oficial por parte del gobierno estadounidense, exigiendo la devolución de la aeronave y criticando lo que consideran una violación del derecho internacional. Este incidente añade una nueva capa de tensión a una situación ya de por sí compleja, en la que el adelanto de la Navidad parece ser solo un componente más de una estrategia política que busca manejar las crisis internas del país.
