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Rosita Quintana, la argentina que sedujo en el cine a Fernando Soler

Rosita Quintana no quería protagonizar “Susana”, la película que dirigió Luis Buñuel en 1951 donde una mujer muy sensual y sin límites, se involucra con un hombre casado mucho mayor que ella, interpretado por el actor Fernando Soler, quien cayó rendido a sus encantos.

En los carteles de la época, la cinta se anunciaba con una advertencia: “En todo matrimonio hay un problema, y en todo problema una mujer ‘tan inocente’ como Susana”, así decía el promocional donde la actriz, de entonces 26 años aparece enseñando las piernas y presumiendo de un coqueto escote.

La cinta se estrenó en el Teatro Metropólitan, sus protagonistas Fernando Soler, Rosita Quintana y Víctor Manuel Mendoza eran éxito seguro para la taquilla de la época cuando el adulterio era un tema tabú.

Quintana, nacida en Buenos Aires, el 16 de julio de 1925 batalló para encarnar a Susana, ya que este personaje contrastaba con la esencia tímida de la actriz que debutó en México cantando tangos en El Patio.

Rosita se enamoró del México campirano de 1940, aquel engalanado con figuras como el Charro Cantor Jorge Negrete; a tierras aztecas llegó después de haberse dado a conocer artísticamente en su natal Argentina.

En una década, Rosita Quintana filmó 90 películas, muchas de ellas con figuras reconocidas de la Época de Oro del cine mexicano como Tin Tán, en “Calabacitas tiernas”, y Pedro Infante, en “El mil amores”.
Además de su gusto por el tango, fue compositora de canciones, creadora de cuentos y poesía; estuvo casada con Sergio Kogan, gerente de Columbia Pictures en América Latina, con quien tuvo un hijo, Sergio Nicolás Kogan, además de que adoptó a una hija.

Por un accidente automovilístico Quintana estuvo en coma, sin embargo se recuperó y en sus últimos trabajos actorales participó en telenovelas como “Abrázame muy fuerte”, falleció el 23 de agosto de 2021.
Los encantos de Susana, una mujer que se escapa de un reformatorio y llega a una Hacienda en una noche de tormenta, perturba la tranquilidad de toda una familia, padre e hijo creen haberse enamorado de ella, quien usa como arma su belleza y sensualidad escondidas en una supuesta inocencia.

Susana, protagonizada por Rosita Quintana es recibida con calidez por Doña Carmen, una devota y caritativa católica que poco a poco descubre las verdaderas intenciones de la provocadora mujer que Rosita Quintana no quería interpretar, pues ella no encajaba para nada con el personaje que fue escrito especialmente para ella.

“Susana es una película que yo no quería hacer, porque volvemos a la timidez; no era el tipo físico para hacer Susana, pero me insistió la productora, me lo escribieron para mi y dije, ‘me lanzo’”, contó en una entrevista con Cristina Pacheco.

Fernando Soler, uno de los actores más importantes del cine mexicano, que interpretó a Don Guadalupe, cayó redondito en las redes de Susana, en sus movimientos provocativos, coqueteos y acercamientos intencionales lo cautivan por completo, hasta que descubre la verdad sobre el origen de la bella mujer.
Quintana trabajó de la mano de Luis Buñuel, a quien definió como un genio en la dirección.

“Era una delicia trabajar con Luis Buñuel, era un privilegio, no tanto por la grandeza de director, sino porque era un ser humano maravilloso; no me dirigió más que una mirada en toda la película a mí”, confesó.

A pesar de que para la época los temas de la cinta fueron fuertes, para Rosita Quintana el final debió ser diferente y Susana debió triunfar.

“Ni Buñuel ni yo estuvimos de acuerdo con el final, todo vuelve a su lugar, muy convencional; para mi gusto la película debió terminar con el triunfo de Susana sobre todas las cosas establecidas”, dijo.

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