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Comparan vestido de novia de Ángela Aguilar con el de “La Pascualita”

Tras la sorpresiva boda entre Ángela Aguilar y Christian Nodal, miles de usuarios quedaron asombrados por todos los detalles que rodearon al controversial enlace matrimonial de los cantantes de regional mexicano.

A pesar de que el mes pasado, habrían confirmado su relación, el miércoles 24 de julio se comenzaron a filtrar decenas de fotos y videos que señalaban que estaban celebrando su boda en las inmediaciones de la exclusiva hacienda San Gabriel de las Palmas en Amacuzac, Morelos.

Como en toda ceremonia de esta índole, una de las cosas que más destacó en el evento, fue el ostentoso vestido de novia entallado y sobrio estilo sirena, lleno de encaje y brillo con manga larga y una ostentosa cola con capas de tul.

Comparan vestido de novia de Ángela Aguilar con el de la “Pascualita”

Muchos de los internautas al ver el diseño de la firma de Liz Martínez que portó la novia, aseguraron que estuvo inspirado en que utilizó su abuela, Flor Silvestre en su enlace nupcial con el legendario cantante Antonio Aguilar; sin embargo, en la red surgió otra teoría, la cual revivió una famosa leyenda urbana.

Se trata de la “Pascualita”, un icónico maniquí que se encuentra exhibido en el aparador de una tienda de vestidos de novia, con el mismo nombre, ubicada en el centro de Chihuahua. Con cabello corto y largas pestañas, los modelos clásicos que suele portar el maniquí, siempre enalteciendo el estilo de época, se convirtieron en el punto central de las comparaciones con la popular cantante.

¿Cuál es la leyenda de “La Pascualita”?

Esta leyenda urbana data desde los años 30, cuando un moderno maniquí con detalles realistas se exhibió en la tienda de novias llamada en ese entonces, “La Popular”, la figura sorprendió a los habitantes de la capital chihuahuense por sus finas facciones, grandes ojos, cabello y la textura en la piel tan realista de la muñeca, así que se inició el rumor de que se trataba de una mujer real que estaba embalsamada.

La leyenda cuenta que Pascuala Esperanza, la propietaria de la tienda, perdió a su hija minutos antes de que llegara al altar, debido a la picadura de un alacrán que le arrebató la vida, en ese momento, su madre llena de dolor quiso conservarla igual de hermosa, vestida de novia para la eternidad, así que la decidió embalsamar y exhibirla en su tienda.

Se dice que hay quienes la han visto mover los ojos o las manos a través del cristal y que a lo largo de los años ha encantado a algunos hombres con su belleza, provocando que pierdan la cordura.

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