Gastronomía

Los orígenes del mixiote: Un viaje gastronómico en el tiempo

El mixiote, un platillo emblemático de la gastronomía mexicana, ha sido una parte integral de la cocina del país desde hace cientos de años. Su nombre proviene del náhuatl: “metl” (maguey) y “xiotl” (película o membrana de la penca). El mixiote es la delgada capa que se desprende de la cutícula del maguey, utilizada por culturas como los mayas, aztecas y otomíes para cocinar al vapor.

Tradicionalmente, el mixiote consiste en un guiso de carne, usualmente borrego o cordero, aderezado con una salsa de chiles y envuelto en una hoja de maguey. Este método de cocción no solo conserva los sabores, sino que también infunde al platillo un sabor característico. Se cree que el mixiote se originó en la región sur de la Altiplanicie Mexicana, abarcando estados como Estado de México, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo y Querétaro, donde se cultiva el maguey pulquero.

En la actualidad, la variedad de mixiotes es amplia. Además de los tradicionales de cordero y borrego, se pueden encontrar mixiotes de carne de res, pollo, conejo e incluso versiones más exóticas con carne de ardilla, escamoles, jabalí, venado o cocodrilo. También existen variantes dulces rellenas de frutas, y aquellos acompañados de papas y nopales.

TE PODRÍA INTERESAR: Cinco mitos de la comida mexicana que debes dejar de creer

La riqueza del mixiote no solo radica en su sabor, sino también en su herencia cultural. Se cuenta que los primeros españoles en probar este platillo fueron la duquesa Catalina de Aragón y Montealba y su esposo Don Carlos Arsillaca y Albarrán, durante un paseo por la Huasteca Hidalguense.

Ahora que conoces más sobre la historia del mixiote, considera incluirlo en tu menú de Año Nuevo. Deleitarás a tus invitados no solo con un delicioso platillo, sino también con un trozo de la rica herencia gastronómica de México.

Artículos Relacionados

Back to top button