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Adultos mayores y tiempos compartidos, nuevo objetivo de CJNG: NYT

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 21 .- Además del tráfico de drogas, el Cartel Jalisco Nueva Generación, considerado una de las organizaciones criminales más poderosas de México, amplió sus tentáculos a negocios legales como la venta de aguacates, bienes raíces, constructoras y ahora a los adultos mayores y sus tiempos compartidos.

De acuerdo con el diario estadounidense “The New York Times” el CJNG, conocido por su crueldad, gestiona operaciones que ofrecen comprar tiempos compartidos a sus propietarios y luego los estafan.

La operación es relativamente sencilla: personas que trabajan para el cártel que se hacen pasar por representantes de ventas llaman a los dueños de las propiedades de tiempo compartido, ofreciéndoles comprar sus inversiones por sumas generosas de dinero. Luego exigen pagos por adelantado para cualquier cosa, desde la publicación de anuncios hasta el pago de supuestas multas gubernamentales.

Los falsos representantes convencen a sus víctimas de que les transfieran grandes cantidades de dinero a México —en ocasiones hasta cientos de miles de dólares— y luego desaparecen.

Esta estafa ha hecho que el Cártel gane cientos de millones de dólares en la última década, según funcionarios estadounidenses que no estaban autorizados para hablar públicamente sobre este tema, a través de decenas de centros de llamadas en México que buscan sin descanso a propietarios estadounidenses y canadienses de tiempos compartidos.

Incluso sobornan a empleados en resorts mexicanos para que filtren información de los huéspedes, según afirmaron los funcionarios estadounidenses.

-CJNG diversifica sus operaciones

Esta estafa representa la evolución más reciente del Cártel Jalisco Nueva Generación, un grupo que está arraigado en sectores legales e ilegales de la economía. Con poco más que un teléfono y un guion convincente, los trabajadores del cártel están victimizando a personas en diferentes países. Incluso esos mismos trabajadores son vulnerables a la crueldad del cártel.

En mayo del año pasado, se descubrieron los restos de ocho jóvenes mexicanos que trabajaban en un centro de llamadas del cártel en decenas de bolsas de plástico que fueron tiradas en un barranco en las afueras de Guadalajara, la capital del estado de Jalisco.

Por lo general, el cártel busca aprovecharse de personas mayores retiradas que quieren dejarle todo el dinero posible a sus familiares a través de la venta de bienes. Varias víctimas entrevistadas por “The New York Times” dijeron que el dinero que perdieron excedía el valor de su inversión inicial en propiedades vacacionales de tiempo compartido en Jamaica, California y México.

Los tiempos compartidos

La industria de las propiedades vacacionales de tiempo compartido está en auge, con 10 mil 500 millones de dólares en ventas en 2022, un incremento del 30 por ciento en comparación con el año anterior, según la Asociación Estadounidense de Desarrolladores de Complejos Turísticos.

Cerca de 10 millones de hogares estadounidenses poseen tiempos compartidos, informó la asociación, gastando un promedio de alrededor de 22 mil dólares por su inversión además de tarifas anuales de unos 2000 dólares. La mayoría de los tiempos compartidos son complejos turísticos de playa.

El crecimiento del sector coincide con un incremento del 79% en los últimos cuatro años en las denuncias de fraudes con tiempos compartidos recibidas por el FBI. Pero, para poder investigar las estafas que se originan en México, el FBI debe contar con la cooperación de las autoridades locales. Además, las firmas de abogados no pueden introducir demandas civiles porque no tienen jurisdicción en México.

En los últimos cinco años, a dueños estadounidenses de propiedades de tiempo compartido les han estafado unos 288 millones de dólares, según el FBI, a través de varios tipos de fraudes, lo que incluye los esquemas gestionados por el cártel. La cifra real está probablemente alrededor de los 350 millones de dólares, ya que cerca del 20 por ciento de los estafados no interponen una demanda.
Las estafas que llegan tan lejos no son poco comunes, según el FBI. La agencia afirmó que, por lo general las víctimas transfieren su dinero a cuentas bancarias de socios del Cártel Jalisco Nueva Generación.

En un comunicado, el banco central de México declaró que estaba al tanto de que se estaban cometiendo estafas con tiempos compartidos usando su nombre y advirtió a las personas para que no cayeran en el fraude.

Estafas pueden ser mortales

Si bien la estafa dirigida a los dueños de propiedades de tiempo compartido es financiera, en México puede ser mortal.

Los ocho mexicanos que fueron hallados muertos el año pasado trabajaban en un centro de llamadas en el centro de Guadalajara que estaba dirigido por el Cártel Jalisco Nueva Generación, según afirmaron funcionarios estadounidenses. Los fiscales locales dijeron que cuando registraron el centro, encontraron un trapeador con manchas rojas, pizarrones con nombres extranjeros y detalles de membresías de propiedades de tiempo compartido.

Cuando los periodistas de “The New York Times” visitaron recientemente el centro de llamadas, descubrieron que estaba cerrado, y un vehículo de la policía estaba estacionado afuera. El edificio estaba en un vecindario de clase alta, frente a un parque. Los padres pasaban, llevando a sus hijos a la escuela.

Héctor Flores, fundador del Colectivo Luz de Esperanza, una organización que realiza búsquedas por todo el estado de Jalisco en busca de los cuerpos de los desaparecidos, afirmó que sabía de unas 30 personas que habían desaparecido de centros de llamadas desde 2017. Sin embargo, dijo que con casi toda seguridad hay más porque muchas familias no hacen denuncias por miedo.

La fiscalía del estado no respondió a solicitudes de comentarios.

El Cártel Jalisco Nueva Generación, que fue fundado hace unos 15 años, ha crecido hasta ser uno de los cárteles más poderosos en México. En los últimos años, se ha expandido hacia sectores legales de la economía, como la venta de aguacates a Estados Unidos.

En Puerto Vallarta, un bastión del cártel y popular localidad costera, los trabajadores mexicanos de los hoteles son presionados de manera rutinaria por la organización criminal para que filtren información de los huéspedes, según James Barnacle, el subdirector asistente del FBI que monitorea los delitos financieros.

Barnacle afirmó que los hoteles y las compañías de propiedades de tiempo compartido en México estaban al tanto de las filtraciones y también dijo que el gobierno de Estados Unidos les ha hecho advertencias para que comiencen a tomar medidas drásticas.

Grupo Vidanta preocupa a funcionarios de EU, es de las empresas de tiempo compartido más grandes

Una preocupación en particular para los funcionarios estadounidenses es el Grupo Vidanta, una de las empresas de complejos turísticos de tiempo compartido más grandes del mundo con sede en México. Su dueño, Daniel Chávez Morán, es amigo y asesor del presidente de México. Muchos de los clientes de Vidanta han sido víctimas del fraude en propiedades de tiempo compartido, según un funcionario estadounidense que no tenía autorización para hablar públicamente.

Vidanta no respondió a las solicitudes de comentarios.

Pete Willard contó que compró su propiedad de tiempo compartido de Vidanta en 2015. Seis años después, recibió una llamada de una supuesta compañía de bienes raíces de Nueva York, la cual le ofrecía alrededor de medio millón de dólares por ella. Tras enviar varias transferencias de dinero a México, había perdido unos 100 mil dólares sin recibir nada a cambio, dijo Willard.

Cuando comprendió que nunca más iba a ver su dinero, Willard contactó al FBI.
Barnacle admitió que las fuerzas de seguridad de Estados Unidos están básicamente de manos atadas para contrarrestar estos fraudes, más allá de emitir mensajes de advertencia a la población.

“La gente explota tus datos todo el tiempo”, dijo Barnacle. El cártel no “tiene que invertir en un producto que tienen; solo tienen que levantar el teléfono o enviar un correo electrónico a las personas y, ya sabes, engañarlos para que les den su dinero”.

Hasta el momento, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto sanciones a 40 compañías mexicanas y a alrededor de una decena de personas por fraude con propiedades de tiempo compartido, pero se han hecho pocos arrestos. Y apenas se clausura una compañía tapadera o una cuenta bancaria, surgen nuevas.

Los bancos mexicanos “tienen culpa en esto”, afirmó Spencer McMullen, un estadounidense que ejerce el derecho en Chapala, México, y añadió que por lo general no verifican si las cuentas gestionadas por el cártel están utilizando direcciones válidas y son negocios legítimos. “Ellos podrían congelar estas cuentas por actividad sospechosa”.

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