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La situación en Haití: pandillas quieren que dimita primer ministro

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 7 .– Una nueva ola de violencia ha azotado a Haití en los últimos días, luego de que la noche del sábado grupos armados asaltaran los dos penales más grandes del país y facilitaran la fuga masiva de reclusos en su exigencia por la renuncia del primer ministro del país, Ariel Henry.

Haití, se ha visto fuertemente amenazado por los niveles alarmantes de violencia, desastres naturales y una migración desesperada; donde un 80% de su capital, Puerto Príncipe, ha sido controlado por las pandillas criminales en los últimos años. Mientras que la tensión se apodera de la ciudad y la población se mantiene en alerta, en un clímax que hace temer que algo va a pasar durante la noche.

Según un comunicado del gobierno, dos prisiones -una en Puerto Príncipe y otra en la comuna vecina de Croix des Bouquets- fueron tomadas durante el fin de semana, liberando cerca de 4 mil 700 reclusos, obligando a las autoridades haitianas a imponer un toque de queda nocturno en un intento de recuperar el control de las calles.

Sin embargo, las declaraciones del poderoso líder de una de las principales pandillas, Jimmy “Barbecue” Cherizier, han hecho que las autoridades internacionales externan su preocupación sobre la situación en el país ante una posible “guerra civil”, pero ¿qué pasa en Haití?

El país caribeño más pobre de las Américas se ha visto envuelto en una aguda crisis política, económica, de salud y de seguridad tras el asesinato del presidente Jovenel Moise el 7 de julio de 2021.
Moise fue asesinado a tiros por un grupo de mercenarios colombianos en su casa en las afueras de Puerto Príncipe y hasta la fecha no se ha determinado quién ordenó el magnicidio.

Pese a que las pandillas han jugado un papel muy importante a lo largo de la historia de Haití, la violencia en el país ha incrementado considerablemente desde entonces, donde la falta de una figura política por aquel evento les ha permitido a los grupos criminales tomar cada vez más territorio e influencia.

Aparte de la falta de presidente, el país no ha celebrado elecciones parlamentarias ni generales desde 2019 y ya no hay funcionarios electos, pues el mandato de los anteriores se agotó.
Desde el asesinato de Moise, el país está gobernado por el primer ministro, Ariel Henry, quien es cada vez más impopular.

Siendo Cherizier, el principal jefe de la federación de pandillas G-9 y Familia y Aliados a oponerse al primer ministro Henry a quien además advirtió el 1 de marzo que seguiría luchando “tanto como sea necesario”

Tanto él como sus aliados exigen la renuncia de Henry, quien tras la muerte de Moise tomó el mandó del país sin convocar las elecciones prometidas.

“Pedimos a la Policía Nacional de Haití y al ejército que asuman su responsabilidad y arresten a Ariel Henry. Una vez más, la población no es nuestro enemigo; los grupos armados no son sus enemigos”, dijo Chérizier mediante un mensaje en redes sociales.

El viaje del primer ministro, Ariel Henry ha ocasionado tumultos por parte de las bandas armadas quienes tomaron el control de diversos establecimientos desde el principal estadio de futbol así como el Banco Central del país, mientras que en varios barrios de la capital reportaron disparos.

Muchos usuarios de celular se quedaron sin conexión a internet porque un cable de conexión de fibra óptica se cortó durante los disturbios.

De hecho, el inicio de los ataques coordinados de las pandillas coincidió con el día en que el primer ministro llegó a Nairobi, la capital de Kenia.

Henry viajó al país africano la semana pasada para firmar un acuerdo sobre el despliegue de una fuerza policial multinacional para ayudar a combatir la violencia de las pandillas que ha alcanzado niveles sin precedentes.

El año pasado Kenia se ofreció como voluntario para liderar dicha fuerza multinacional, pero el Tribunal Superior del país africano retrasó el plan.

Un juez argumentó que el despliegue sería ilegal ya que el Consejo de Seguridad keniano carece de autoridad legal para enviar policías fuera de Kenia.
En Haití, el posible despliegue tuvo reacciones encontradas por parte de las personas que han sufrido a manos de las pandillas.

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