Café y aceite de oliva, mezcla para combatir la acidez
Los temas de salud son muy importantes de abordar porque permiten conocer mejor el funcionamiento del cuerpo humano y las distintas alternativas que tenemos para cuidarlo. La alimentación, la actividad física y la incorporación de otros hábitos saludables forman parte de las principales recomendaciones.
Es al respecto de este tema que hoy queremos contarte sobre la combinación del café con este extracto natural que nos puede ayudar a terminar con la acidez. Se trata de dos productos ampliamente conocidos, que por separados ofrecen muchos beneficios para nuestra salud y es por ese motivo que muchas personas han decidido unirlos.
Desde el Instituto Mayo Clinic señalan que la acidez es un dolor urente en el pecho, justo detrás del esternón y que suele empeorar luego de comer, por la noche, o cuando la persona está acostada o inclinada. Además, afirma que cuando esa acidez es ocasional no hay razón para alarmarse, pero si es más frecuente podría ser un síntoma de una afección más grave para nuestra salud.
Ante esto es que muchas personas se han inclinado por la combinación de café y aceite de oliva. Se trata de dos alimentos que poseen grandes beneficios para la salud en general, pero que viene bien destacar algunas en particular.
Un estudio realizado en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, de Estados Unidos, señala que quienes consumen café de forma regular han obtenido grandes beneficios. Su contenido de cafeína estimula nuestro sistema nervioso central, funciona como diurético e incrementa la liberación de ácido en el estómago, algo que puede generarnos acidez.
En cuanto al aceite de oliva, es conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, según destaca la Fundación Española del Corazón. Este aceite contiene potasio, grasas saturas y calcio, pero al combinarse con el café puede promover un efecto laxante, explica la dietista Lauren Manaker.
En este marco, es importante saber que la combinación se puede hacer de dos maneras. La primera es añadiendo al café una cucharadita de aceite de oliva, mientras que la otra opción es emulsionando la leche con el aceite para luego incorporarlos a nuestro café.