En estos días se lidera con ocurrencias
Por Mario Elsner
Cada vez lo veo más.
Equipos que trabajan horas afinando una estrategia…
y de pronto, todo cambia por una “gran idea” que surgió en una comida de domingo.
Un nuevo logo.
Un nuevo proceso.
Un nuevo sistema que “sería increíble” porque alguien lo vio en LinkedIn o en un post viral de Instagram.
Así, sin datos.
Sin análisis.
Sin entender el impacto real.
Simplemente porque a alguien le sonó bien, normalmente el “Jefe”.
Y entonces se vende la idea como innovación.
Como disrupción.
Como “ser ágiles”.
Pero no.
No es innovación.
No es estrategia.
Es ocurrencia disfrazada de liderazgo.
EL PROBLEMA DE LIDERAR CON OCURRENCIAS:
No es solo el desgaste.
Es que se mata la credibilidad.
Cada vez que cambias el rumbo porque alguien tuvo “una corazonada”, le enseñas a tu equipo que el criterio pesa menos que la moda.
Que la improvisación vale más que la estrategia.
Que el trabajo serio puede ser borrado por el capricho de un mal día.
Y poco a poco, la gente deja de comprometerse.
Porque saben que su esfuerzo puede ser descartado al primer impulso.
Sin dejar de mencionar que generas un desgaste innecesario y, como en las películas, todos corren por todos lados con las “urgencias” del dueño, líder o jefe, para complacer sus requerimientos…
y terminan donde estaban al inicio, sin avanzar realmente.
